¡Hola chicos! Espero que hayan pasado un muy buen finde. Les cuento que Anita, la fan sabinera número 1 de Madrid, me envió una crónica y fotos del concierto del Flaco Sabina en LAS VENTAS... Gracias Aniiiiiiiii, sos una geniaaa...
Espero que la disfruten...
AQUÍ VA:
22 de junio de 2010... 8 de la mañana en Madrid... si no me fallan los cálculos... 5 de la mañana en Buenos Aires (hago todos mis planes en ambos horarios jajajaja).
Con bastante calor y un sol de justicia, pongo el pie en la entrada de la Plaza de Toros de Las Ventas. Hay que ser la primera para ver al Maestro, que hoy toca en su querido, nuestro querido Madrid.
Y obviamente hablo de Joaquín Sabina.
Las primeras horas fueron tediosas, ardientes y solitarias (por eso de que soy una enferma que va a tales horas a esperar, pero yo soy así jejejeje). Al mediodía se fueron uniendo amigos y compañeros de aventura sabinera, y a partir de ahí, los ánimos fueron haciéndose más grandes, así como los nervios, la impaciencia, la desesperación , y sobre todo, las quemaduras en mi espalda... le voy a pasar factura a Joaquín para que me compre unos botes de protector solar jajajaja.
A las 8 de la tarde más o menos, se abren las puertas, y todos, desesperados corremos al ruedo como si fuéramos los toros dispuestos a dejarnos la vida para alcanzar la primera fila, esperando al torero que nos iba a brindar faena aquella noche.
Pasadas las 10 de la noche, se apagan las luces del escenario, y ahí fue donde me agarré bien a la valla para presenciar la entrada de la cuadrilla formada por Pancho Varona, Antonio García de Diego, Jaime Asúa, Pedro Barceló, Josemi Sagaste y Mara Barros. Empiezan a sonar los acordes de Lili Marlen… instantes después, junto con los primeros sonidos de Tiramisú de limón, sale a escena el Maestro, quitándose por primera vez el bombín ante todos nosotros.
Fueron 3 horas intensas, donde hubo de todo; incluso Joaquín nos deleitó con Pacto entre caballeros, canción que yo estaba poco dispuesta a perdonarle que no cantase, ya que pensaba que no caería… pero sorpresa!!... la plaza enloqueció al ritmo rocanrolero de Sabina y los suyos, no decepcionó.
Por lo demás, las canciones de siempre, sin novedades. Algunos pueden pensar que se hace aburrido, pero cada concierto es algo diferente, algo mágico, especial…
Otro momento emocionante fue cuando, como siempre, Joaquinito nos dedicó Yo me bajo en Atocha, tema obligadísimo en su repertorio madrileño, donde hizo emocionarse a más de uno.
Sin embargo, algunos echamos de menos algunos versos, algún soneto recitado por Joaquín… fue el único punto “negativo”, no negativo, sino que se echó en falta; no obstante, dejó claro que Las Ventas es un lugar SAGRADO, y a pesar de que dijo que posiblemente esta sería su última vuelta al ruedo de la capital, tanto sus incondicionales como la cuadrilla tuvimos en común que no se lo íbamos a permitir, a gritos de TORERO, TORERO!!!... ya sabes Joaquín, no te pensamos cortar la coleta…
A la 1 de la mañana, tras declarar a coro que entre todas las vidas escogemos la del pirata cojo, y recomendar pastillas para no soñar a los que quieran vivir 100 años, Joaquín Sabina y los suyos se despidieron de sus fieles haciéndonos gritar contra la crisis que nos azota.
Acabé más muerta que viva, pero con la sensación de que el Maestro está mejor que todos nosotros, y sobre todo, con la goma de la base de su bastón, que cayó a mi verita cuando lo partió a golpes al son de Embustera, y con una camiseta y una gorra para fardar de haber ido a ese concierto tan mágico, uno de esos días que no se olvidan, porque los conciertos de Joaquín Sabina son otra cosa más que un concierto cualquiera… esa amistad, complicidad, ese ambiente que se respira en pocos sitios lo he notado… y cuando eso se nota, es que hablamos de algo especial… hablamos de Joaquín Sabina y cía.
UN BESO PARA TODOS...
BUEN LUNES
Y GRACIAS ANITA NUEVAMENTE :)
Cuatro grandes juntos...
Luna Park llenísimo
Pancho y Antonio en Palermo
Aquí estoy con Antonio... ;)
¡¡¡... Y con Panchito !!!
